A veces los asares de los eventos de la vida llevan a que algunos les vaya bien y a otros les vaya mal. Cuando a uno le va mal o por decirlo muy mal, la inconformidad crece como la espuma de la cerveza mal servida… vaaaaaaaaaaa ya ni para que lo cuento:
Que tontería estar a la defensiva con la vida. Vivir con miedo a equivocarse, el trabajo, las personas y muchas otras cosas. Yo soy así pero estoy reflexionando… es imposible evitar las situaciones críticas, es imposible evitar esos días que llegan donde lo único que querés es no ser vos mismo. Que tontería estar siempre andando con cuidado porque no querés tropezar, caerse y embarrarse, eso es de humanos. No podemos negar lo que somos, no se puede por la misma razón que no es algo razonable.
Esta semana fue la peor que he tenido desde que… nací – o quizá la estoy hiperbolizando – pero si ha sido una de las peores… y por lo mismo, por vivir a la defensiva, porque pienso que todo es un campo de rosas todos los días. Pero ya no, ya sé que esto de vivir tiene un paquete completo de muchas cosas que no se pueden ignorar: tristezas, derrotas, desamores, pesares, odio… etc.Eso sí no se pueden ignorar pero tampoco volver la vida una tortura… uno cae pero se levanta. De eso también se trata vivir esta cosilla que nos tocó…
Saltaste, caíste, miraste fallaste, supiste quien sos. Probaste en el aire vacío absoluto y caíste, no todo en tu vida depende tan solo de vos.Fito Páez
Hoy fuí al museo para recuperar los ánimos y quien lo diría… el museo ayuda bastante. O al menos a mí sí jaja…
Me he dado cuenta que la esperanza es complicada. Antes creía lo contrario pero ahora no. Si bien podría decirse que en si es aburrida, puede que eso se deba a algo. Esperanzas indolentes hay muchas pero en si la indolencia acompaña una dejación. Dejación acompañadas de miradas hacía abajo, de miradas descaradas a otros horizontes. La esperanza que no comparte con sus similares tiende a olvidarse. No es la indecencia lo que obliga a la esperanza a partir miradas, sino, ese torno oculto de la esperanza: la voluntad. Una voluntad sumisa y despreocupada que confabula en contra de los intereses, confabula contra el mismo horizonte seco y desgastado por muchas esperanzas en su mismo estado. Ojalá pueda llegar a ser totalmente Cronopio algún día, no mas espera en frente de este horizonte seco y muerto. No mas esperanza, no mas simpleza y mas belleza, mas emoción, mas aventura y sin duda más ideales que coloreen ese horizonte blanco y sombrío.